Ariane 62 • Sentinel 1D

El lanzamiento de Sentinel-1D refuerza la continuidad operativa del programa Copernicus de la Agencia Espacial Europea (ESA), dedicado a la observación sistemática de la Tierra. El satélite fue puesto en órbita con éxito a bordo de un lanzador europeo desde el puerto espacial de Kourou, en la Guayana Francesa. Su incorporación permite mantener la provisión de datos de radar esenciales para la monitorización ambiental, la gestión de riesgos naturales y el estudio del cambio climático.

Sentinel-1D será el cuarto satélite de la constelación Sentinel-1, complementando a Sentinel-1A, 1B y (eventualmente) reemplazando a los que ya han agotado su vida útil. Está equipado con un radar de apertura sintética (SAR) en banda C, que le permite obtener imágenes de la superficie terrestre día y noche y en cualquier condición meteorológica.

Con Sentinel-1D en órbita, se restablece la capacidad de observación que se vio limitada tras la falla de Sentinel-1B en 2021. Además, se incrementa la frecuencia de revisita sobre las zonas de interés, lo que mejora la disponibilidad de datos para aplicaciones como la vigilancia marítima, el monitoreo de glaciares, la detección de desplazamientos del terreno y el apoyo a políticas agrícolas y ambientales.